¿Tienes un niño quisquilloso con la comida en casa?
Es una situación común que puede ser frustrante para los padres, pero también es normal. Los niños pequeños a menudo son selectivos con lo que comen, y entender por qué puede ayudar a manejarlo mejor.
La alimentación quisquillosa en los niños pequeños es cuando resisten probar nuevos alimentos, rechazan muchos alimentos familiares y tienen fuertes preferencias alimentarias. Puede variar en severidad, desde lo leve hasta lo grave. Es común que comience alrededor de los 18 a 24 meses y a menudo disminuye entre los 4 y 6 años, aunque algunos niños pueden seguir siéndolo hasta los 6 años.
Hay varios factores que contribuyen a la alimentación quisquillosa, como el instinto de conservación, la desaceleración en el crecimiento, la necesidad de independencia y la influencia de hábitos alimenticios del entorno. Además, problemas médicos o fisiológicos también pueden desempeñar un papel.
Para ayudar a tu hijo a probar nuevos alimentos, es importante mantener un ambiente relajado y sin presión durante las comidas. Siguiendo el modelo de División de Responsabilidad en la Alimentación, los padres determinan qué, cuándo y dónde se come, mientras que los niños eligen cuánto comen. La exposición repetida a nuevos alimentos, permitiéndoles explorar y experimentar con la comida, puede aumentar la aceptación de estos alimentos con el tiempo.
Ofrecer pequeñas cantidades de nuevos alimentos, probar diferentes preparaciones y combinar nuevos alimentos con los que ya les gustan pueden ser estrategias útiles. Es importante recordar que la persistencia es clave y que los niños pueden necesitar varios intentos antes de aceptar un nuevo alimento.
¿Qué alimentos puedes ofrecer? Aquí hay algunas ideas para que tu pequeño explorador culinario las pruebe:
Sándwiches
Tazón de cereales
Brochetas de fruta
Pastas
Ensaladas dulces
¿Es posible prevenir la alimentación quisquillosa?
Exponer a tu pequeño a una variedad de alimentos desde una edad temprana puede ayudar a reducir el riesgo de que sea quisquilloso con la comida más adelante. También es útil comer los mismos alimentos que él, una práctica conocida como modelado. Sin embargo, incluso con todos estos esfuerzos, algunos niños pueden desarrollar hábitos alimenticios selectivos debido a una combinación de factores como su temperamento, biología y experiencias individuales.
Finalmente, permitir que los niños participen en la preparación de la comida y darles opciones puede aumentar su autonomía y hacer que las comidas sean más agradables para todos. Con paciencia y una actitud positiva, puedes ayudar a tu hijo a ampliar su repertorio alimentario y fomentar una relación saludable con la comida.