¡Estaría genial que nuestros pequeños NUNCA se enfermaran!. Sin embargo, eso sólo es un sueño, porque está latente la preocupación de que nuestros hijos pueden enfermar en cualquier momento, y por eso hacemos todo lo que está a nuestro alcance para cuidarlos.
Pero, ¿cómo hacemos para cuidar a los bebés, que están en la etapa más vulnerable a bacterias y virus, y donde su sistema inmunológico se sigue desarrollando? Aunque parece complicado, no lo es. Existen algunos consejos que pueden ayudarnos a lograrlo.
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Mantener la lactancia materna a libre demanda
Especialistas de la American Academy of Pediatrics revelan que la leche materna no sólo tiene todos los nutrientes necesarios para los bebés, también ayuda a construir y fortalecer el sistema inmunológico, gracias a que contiene anticuerpos que pueden combatir las infecciones.
Estos anticuerpos presentes en la leche ingresan al cuerpo del bebé desde la primera toma, a través del llamado calostro (la primera leche que se encuentra en el seno después del parto), incluso se dice que es como la primera inyección de vitaminas y probióticos del bebé.
La leche materna está compuesta de proteínas, grasas, azúcares e incluso glóbulos blancos que se encargan de combatir las infecciones de distintas maneras. Incluso, algo sorprendente es que la leche puede cambiar su color cuando nuestro bebé está enfermo o puede enfermarse porque está alistándose para acabar con bacterias o virus.
Asimismo, los probióticos presentes en ella mantienen un equilibrio en la flora intestinal y favorecen el desarrollo de bacterias sanas que ayudan a prevenir las infecciones. Por esta razón, se recomienda de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida hasta los dos años de edad del bebé.
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Tener la cartilla de vacunación actualizada y al corriente
La Organización Mundial de la Salud señala que las vacunas protegen contra enfermedades que pueden poner en riesgo la vida de los bebés, debido a que desde la primera dosis activan las defensas naturales del organismo y ayudan a producir anticuerpos contra ciertas enfermedades.
Tras la aplicación de la vacuna, ya sea durante los primeros meses de vida o hasta la edad adulta, las personas quedamos protegidas contra la enfermedad durante años, décadas o incluso para toda la vida.
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Respetar las siestas y el tiempo de sueño
Mientras duermen, el sistema inmune de los bebés está trabajando al producir proteínas que ayudan a combatir infecciones, de acuerdo con un estudio publicado en la Revista Alergia México.
Además, lo ideal es que como papás o mamás de un bebé cuidemos nuestra higiene: desde lavado de manos hasta la limpieza de los objetos que están en contacto con nuestros hijos.