Si buscas alternativas a la saturación de juguetes inteligentes o a las tablets, estás de suerte. Aquí encontrarás buenas ideas para volver a los juegos sencillos que además de ser súper entretenidos son fáciles de hacer.

Pasaste horas en la juguetería eligiendo el regalo más fantástico para tu hijo, gastaste además mucho dinero y él terminó más interesado en el empaque que en el juguete. ¿Has estado en ese momento? No es casualidad que muchas mamás se vean en esta situación que en ocasiones resulta tan irónica que hasta dan ganas de reír (para no llorar).

Es verdad que hay juguetes inteligentes que fomentan la creatividad de los niños y manejar una tablet como pequeños “hackers” los hace desarrollarse mejor en el mundo tecnológico en el que nacieron. No obstante, hay momentos de tanta saturación (para ellos y para ti), que llegan a buscar cosas tan sencillas como una caja de cartón.

Para lograr un equilibrio en el que tanto tú como ellos vivan un oasis de la vida tecnológica, una buena idea es volver a esos juguetes tan tradicionales que puedes hacerlos en casa. Te damos 10 ideas que te ayudarán por partida doble: elaborarlos resultará una actividad que puedes disfrutar en familia y tus hijos se divertirán con juguetes novedosos.

Tangram

Se trata de un antiguo juego creado en China. Consiste en un cuadrado cortado de manera que se formen 5 triángulos, 1 cuadrado y un rombo. Este permite formar cerca de 900 figuras distintas: gallo, pez, moje tibetano, perro, carreta… ¡las posibilidades son muchas!

Para hacerlo, solo debes conseguir una tablita (o cartón rígido) cuadrada, hacer los cortes como señala la imagen y decorar con pintura vinílica cada figura geométrica.

¡Puede ser tan grande como quieras!

Ventaja extra. Además de formar figuras, funciona como rompecabezas para formar el cuadrado del que fueron extraídos.

Juego de tino

Es como tener una pequeña feria en casa. Construye algunos juegos de tino para que tus hijos fomenten esos movimientos tan necesarios para su desarrollo. Por medio de la práctica, comenzarán a hacerlo mejor cada vez y a una distancia mayor.

Puedes hacer este juguete con botellas recicladas pintadas del color que te guste. Solo consigue unos bastidores o aros de madera, metal o plástico y ¡a jugar!

Si prefieres, puedes hacer una torre de latas vacías decoradas. Este juego con pelota, aunque es de tino, también puede servir como boliche. Verás que pasarán horas intentando derribar las latas en menos intentos.

Ventaja extra. Con un boliche en casa no tendrán que gastar en una salida.

Relacionar colores

Este es para los más pequeños. Con algunos recipientes de plástico y botones que hagan juegos de color, conseguirás un juguete con el que aprendan los tonos y a relacionarlos. Es muy sencillo de hacer. Puedes darle una mayor complejidad si también consigues botones chicos, medianos y grandes y haces hendiduras donde solo quepan los de ese color y tamaño.

Ventaja extra. Tomar botones entre los dedos le ayudará a los niños a perfeccionar su motricidad fina.

Juguemos a los zancos

Este es un juego típico de quienes fueron niños en los años 80. Solo se necesitan dos latas resistentes del mismo tamaño (y donde quepan bien los pies de los niños) y dos cordones o cuerdas delgadas. Haz los agujeros como se ve en la imagen y tendrán unos divertidos zancos para que caminen como si fueran un elefante o un gigante. Puedes pintar las latas para dar mayor realismo al juguete.

Ventaja extra. Mejorarán su equilibrio.

Títeres de calcetín

Como lo viste en ‘31 Minutos’, no es necesario comprar la marioneta más elaborada para entretenerlos. Solo consigue uno o varios calcetines, cóseles botones como ojos y haz una pequeña hendidura (ayudándote de pedazos de telas de colores) para la boca. Pueden ser tan sencillos o detallados como tu ingenio lo pida. Aquí lo importante es crear un personaje que se convierta en un amigo de tus hijos y los divierta.

Ventaja extra. Usar esos calcetines que pierden a su pareja en la secadora.

Tipí indio

Sí, como en la película de Peter Pan, tus hijos pueden jugar a la aldea de los indios o tener su propio escondite/refugio dentro de casa. Para hacerlo, necesitas unos palos resistentes, cordón y un lienzo de manta de uno por dos metros. Para hacer los cortes precisos, solo sigue este plano.

Juego de memoria

Hay muchas formas de hacer juegos de memoria con tus propias manos. Lo típico es con pequeños cuadritos de cartón o tablas, pero esta opción tiene el valor extra del reciclaje. Guarda esas tapas de los garrafones y pon dentro dibujos hechos por ti, duplícalos y forma pares. Lo único que debes cuidar es que todas las tapas sean del mismo tamaño y color. Si son de distintos tonos, basta con pintarlas para uniformarlas.

Ventaja extra. También es un gran juguete para los abuelos.

Carritos de cartón

Ahora sí sentirás que las cajas de cartón valen la pena ¡y mucho! Es solo conseguir una caja grande, cortar las tapas para usar el material para unas ruedas. Tijeras, un poco de pintura, pegamento y tus hijos tendrán los carritos más divertidos para jugar en casa.

Ventaja extra. Sus ruedas no rayarán tu piso.

Gato con piedras

¿Recuerdas cuánto tiempo pasaste entre clase y clase retando a tus amigos a jugar gato? A tus hijos también les puede gustar este juego. Solo que ahora, en vez de usar hojas y hojas de papel, puedes hacer un juego más ecológico y permanente usando diez piedras de río pintadas (cinco de un diseño y cinco de otro). Hazles un tablero cuadrado con nueve espacios iguales para que jueguen las partidas.

Ventaja extra. Las piedras no tienen que ser decoradas solo con círculos o taches, las posibilidades dependen de tu creatividad.

Lotería

Es el tradicional juego mexicano. Solo bastan algunos cartones decorados con los dibujos típicos, pero también puedes usar cualquier personaje que desees (de las caricaturas que ellos más aman, los miembros de tu familia, animales, frutas, prendas de ropa, etc.).

Ventaja extra. Es un juego que fomenta su memoria visual, su atención y también puede ayudarlos en el aprendizaje de lectura.

¿Qué opinas? ¿Probaste alguno? 

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